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La Magia de Vivir

Confiar

El espejo

El espejo
Renato casi no vio a la señora, que estaba en el coche parado, al costado de la carretera. Llovía fuerte y  era de noche. Pero se dió cuenta que ella necesitaba de ayuda...
Así, detuvo su coche y se acercó. El coche de la señora olía a tinta, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no inspiraba confianza, parecía pobre y hambriento...
  ...Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aqui para ayudarla señora, no se preocupe. ¿Por qué no espera en el coche que está  más calentito? A propósito, mi nombre es Renato”...
...Bueno, lo que pasaba es que ella tenía una llanta pinchada y para colmo era una señora de edad avanzada, algo bastante incómodo. Renato se agachó, colocó el gato mecánico y levantó el coche. Luego ya estaba cambiando la llanta. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos...
...Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por alli y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Renato apenas sonrió mientras se levantaba...
...Ella preguntó cuánto le debía. Ya había imaginado todas las cosas terríbles que podrían haber pasado si Renato no  hubiese parado para socorrerla. Renato no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas...
...Este era su modo de vivir. Y respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, dele a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mí”...
...Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un pequeño restaurant. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa...
...La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero por ello no dejó que la  tensión y los dolores le cambiaran su actitud...
...La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró...
...Cuando la camarera volvió quiso saber a dónde la señora pudo haber ido, cuando notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 4 billetes de 1000 euros...
...Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió.
Decía:
- Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien...
...Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó escrito...
...¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y el marido precisaban de aquel dinero?. Con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil...
...Quedó pensando en la bendición que había recibido, y dibujó una gran sonrisa...
...Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dió un beso suave y susurró:
-Todo estará bien: ¡te amo...Renato!
 

No te contagies de la falta de amabilidad que nos rodea . No dejes de hacer el bien, ayuda a todo el que te necesite.
LA VIDA ES ASÍ... UN ESPEJO... TODO LO QUE TÚ DAS, ¡ VUELVE A  TI !
SÉ TÚ TAMBIÉN UN ESPEJO DE AMOR PARA LOS DEMÁS...Y TENDRÁS UNA SEMANA FELIZ.

Una leccción de bondad:

 

Una mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista.. y miró claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas buenas de la vida.  Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca se había perdido de una comida en su vida. Su primer pensamiento fue:  Solo se quiere burlar de mi, como tantos otros lo habían hecho ...

"Por Favor Déjeme en paz !!  gruñó el Indigente...  Para su sorpresa, la mujer siguió enfrente de el. Ella sonreía - sus dientes blancos mostraban destellos deslumbrantes. 

"¿Tienes hambre?" -preguntó ella.  "No", contestó sarcásticamente. "Acabo de llegar de cenar con el presidente ... Ahora vete." 

La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande. 

De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el brazo. "¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre enojado. 

Le digo que me deje en paz!!

Justo en ese momento un policía se acercó. "¿Hay algún problema, señora?"  -le preguntó el oficial .. 

"No hay problema aquí, oficial, contestó la mujer .. "Sólo estoy tratando de ayudarle para que se ponga de pie ...

¿Me ayudaría?  El oficial se rascó la cabeza. "Si, el Viejo Juan, Ha sido un estorbo  por aquí por los últimos años.

 ¿Qué quiere usted con él?" Preguntó el oficial ...

"Ve  la cafetería de allí?" -preguntó ella. "Yo voy a darle algo de comer y sacarlo del frío por un tantito." 

"¿Está loca, señora?"  el pobre desamparado se resistió. "Yo no quiero ir ahí!  Entonces sintió dos fuertes manos agarrandolo de los  brazos y lo levantaron.

"Déjame ir oficial, Yo no hice nada .."

"Vamos Viejo, esta es una Buena oportunidad para ti,"     el oficial le susurró al oido ." 

Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería. Era la casi mediodía ,  la mayoría de la gente ya había almorzado y el grupo para la comida aún no habían llegado ... 

El gerente de la cafetería se acercó y les pregunto. "¿Qué está pasando aquí, oficial?"  "¿Qué es todo esto? 

Y  este hombre esta en problemas?"

"Esta señora lo trajo aquí para que coma algo," respondió el policía. 

"Oh no, Aquí no !" el gerente respondió airadamente. "Tener una persona como este aquí es malo para mi  negocio !!! 

El Viejo Juan esbozó una sonrisa con sus pocos  dientes. "Señora, se lo dije.  Ahora, si van a dejarme ir ?. Yo no quería venir aquí  desde un principio." 

La mujer se dirigió al gerente de la cafetería y sonrió ..  "Señor, ¿está usted familiarizado con Hernandez y Asociados ??,  la firma bancaria que esta a dos calles ?"

 "Por supuesto que los conosco", respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen sus reuniones semanales en una de mis salas de banquetes."

"¿Y se gana una buena cantidad de dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones semanales?" 

PREGUNTO La Señora ...

"¿Y eso que le importa a usted? 

Yo, señor, soy Penélope Hernández, presidente y dueña de la compañía ".  Oh Perdon !! dijo el gerente ...

La mujer sonrió de nuevo .. "Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato." 

Le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada. "¿Le gustaría tomar con nosotros  una taza de café O tal vez una comida, oficial?"     "No, gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy en servicio". 

"Entonces, quizás, una taza de café para llevar ?" 

"Sí, señora. Eso estaria mejor".

El gerente de la cafetería giró sobre sus talons como recibiendo una orden.

Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial " 

El oficial lo vio alejarse.  Y opino :"Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo. 

"Eso no fue mi intención dijo la señora ... Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto". 

Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente...

"Juan ¿te acuerdas de mí?" 

El viejo Juan miró su rostro el rostro , con los ojos lagañosos "Creo que sí -  Digo , se me hace familiar". 

"Mira  Juan , quiza estoy un poco mas grande , pero mirame bien", dijo la Señora .. "Tal vez me veo más llenita ahora ... pero cuando tu trabajabas aqui hace muchos años vine aqui una vez, y por esa esa misma puerta, muerta de hambre y frio."

Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas ..

"¿Señora?" dijo  el Oficial,  No podía creer lo que que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.

"Yo acababa de graduarme de la Universidad en mi pueblo", la mujer comentó. "Yo había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían corrido de mi apartamento. Caminaba por las calles, y era en febrero y Hacía frío y casi muerta de hambre. vi este lugar y entre con una poca posibilidad de que podría conseguir algo de comer. " Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió platicando ... 

Juan me recibió con  una sonrisa. "Ahora me acuerdo", dijo Juan. "Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer. Si, y me Me dijiste que estaba en contra de la política de la  empresa".

Continuó la mujer.. -Entonces, tu me hiciste el sándwich de carne mas grande que había visto nunca...  me diste una taza de café, y me fui a un rincón y disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metería en problemas. Luego, cuando Miré y te vi a poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien ". 

"Así que usted comenzó su propio negocio?" El viejo Juan dijo. 

" Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de Mi Padre Dios. Eventualmente empecé mi propio negocio que, con la ayuda de Dios, prosperó .." Ella abrió su bolso y sacó una tarjeta. "Cuando termines aquí , quiero que vayas a hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy seguro de que encontrará algo para que  puedas hacer algo en la oficina ".

Ella sonrió. "Creo que incluso podría darte un Adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está siempre abierta para ti Juan." 

Hubo lágrimas en los ojos del anciano. "¿Cómo voy a agradecer? , preguntó. 

"No me des las gracias", respondió la mujer. "A Dios dale la gloria. El me trajo a  ti." 

Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron  y antes de irse por su lado .. "Gracias por toda su ayuda, oficial," 

Dijo La Sra. Hernandez.

 Al contrario, dijo el oficial,",  "Gracias. Vi un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. ... Y gracias por el café. ".....

Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas,  nunca sabes cuando será devuelto a  ti .. Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para  entrar en tu corazón. 

Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confia en él plenamente y dejate llevar. 

Sólo 1 de 2 cosas va a suceder, o él te sostiene cuando tu te caes, o te va a enseñar a volar! 

"Dios cierra  puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas que ningun hombre puede cerrar .. "

 

Por qué Amamos a los Hombres?...

Por qué Amamos a los Hombres?...

Algo escrito por Paulo Coelho:

Una amiga mía, Julia, me envió un texto sobre el tema de este artículo. Cuando quise entrar en contacto con ella para saber si era de su autoría, ella ya había viajado y no sé exactamente cuándo va a regresar.

Busqué en Internet y ¿saben lo que descubrí? ¡Que existen varios grupos de discusión sobre el asunto! Lo que quiere decir que las mujeres de hoy están buscando razones para enamorarse de personas del otro sexo. Desde mi condición de hombre, que está de acuerdo con algunas de estas razones, he realizado una lista basada en lo que leí:

Amamos a los hombres porque no consiguen fingir un orgasmo, aunque quieran.

Porque jamás nos van a entender, y aun así lo siguen intentando.

Porque todavía nos encuentran atractivas cuando nosotras mismas ya no conseguimos creérnoslo.

Porque saben de ecuaciones, de política, de matemáticas, de economía, pero no saben nada del corazón femenino.

Porque son amantes que sólo descansan cuando alcanzamos (o fingimos) placer.

Porque han conseguido elevar el deporte a algo parecido a una religión.

Porque nunca les da miedo la oscuridad.

Porque se empeñan en arreglar cosas con problemas que están más allá de sus habilidades, y se dedican a ello con entusiasmo adolescente, y se desesperan cuando no lo consiguen.

Porque son como las granadas: la mayor parte es imposible de digerir, pero las semillas son deliciosas.

Porque jamás se paran a considerar lo que pensará el vecino.

Porque siempre sabemos lo que están pensando, y cuando abren la boca dicen exactamente lo que imaginábamos.

Porque jamás les pasó por la cabeza martirizarse con tacones altos.

Porque les encanta explorar nuestro cuerpo, y conquistar nuestra alma.

Porque una chiquilla de 14 años puede dejarlos sin argumentos, y una mujer de 25 consigue domarlos sin mucho esfuerzo.

Porque siempre les atraen los extremos: opulentos o ascéticos, guerreros o monjes, artistas o generales.

Porque son capaces de hacer cualquier cosa por esconder su fragilidad.

Porque el mayor miedo de un hombre es no ser un hombre –lo cual nunca le pasaría a una mujer por la mente (no ser una mujer).

Porque siempre se terminan toda la comida del plato, y no se sienten culpables por ello.

Porque les parecen interesantísimos ciertos temas sin gracia ninguna, como lo que les ocurrió en el trabajo, o las características de los coches.

Porque están dotados de hombros en los que conseguimos dormir sin mucho esfuerzo.

Porque están en paz con sus cuerpos, a excepción de pequeñas e insignificantes preocupaciones con la calvicie y la obesidad.

Porque son asombrosamente valientes ante los insectos.

Porque nunca mienten sobre su edad.

Porque a pesar de todo lo que intentan demostrar, no consiguen vivir sin una mujer.

Porque cuando a uno de ellos le decimos “te quiero”, siempre pide que le detallemos cuánto.

 

Porque sólo nos expresan su amor de la forma más sublime... TAMBB!

Repetir lo mismo

Repetir lo mismo  Una acción es un pensamiento que se manifiesta.

Un pequeño gesto nos denuncia, de modo que tenemos que perfeccionar todo, pensar en los detalles, aprender la técnica de tal manera que se vuelva intuitiva. La intuición no tiene nada que ver con la rutina, sino con un estado espiritual que está más allá de la técnica.

Así, tras mucho practicar, ya no tenemos que pensar en todos los movimientos necesarios, pues estos pasan a formar parte de nuestra propia existencia. Pero para eso, hay que entrenar, repetir.

Y por si no fuera suficiente, hay que repetir y entrenar.

Observa a un buen herrero trabajando el acero. Para un observador profano en la materia, está repitiendo los mismos martillazos. Pero quien conoce la importancia de la práctica, sabe que cada vez que levanta el martillo y lo hace descender, la intensidad del golpe es diferente. La mano repite el mismo gesto, pero a medida que se acerca al hierro, sabe si debe golpearlo con más dureza o más suavidad.

Observa el molino. Para quien ve sus aspas por primera vez, parecen girar con la misma velocidad, repitiendo siempre el mismo movimiento. Pero quien conoce los molinos sabe que están condicionados por el viento, y cambian de dirección siempre que es necesario.

La mano del herrero fue educada tras haber repetido millares de veces el gesto de martillear. Las aspas del molino son capaces de moverse con velocidad después de que el viento haya soplado mucho, y haya hecho así que se pulan sus engranajes.

El arquero permite que muchas flechas pasen lejos de su objetivo, porque sabe que sólo aprenderá la importancia del arco, de la postura, de la cuerda y del blanco tras haber repetido sus gestos miles de veces, sin miedo a errar.

Hasta que por fin llega el momento en que ya no hace falta pensar en lo que se está haciendo. A partir de ese momento, el arquero se convierte en su arco, su flecha y su blanco.

www.paulocoelho.com

La voz interior

La voz interior

"La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios."

Mahatma Gandhi

Cupido y Psique: El Respeto al misterio

Cupido y Psique: El Respeto al misterio

Los griegos fueron los grandes maestros en describir el comportamiento humano a través de pequeñas historias que acostumbramos a llamar ‘mitos’. Todas las generaciones que vinieron tras ellos, desde el psicoanálisis de Freud (con el complejo de Edipo, por ejemplo), hasta las películas de Hollywood (como el Morfeo de Matrix), han bebido de esas fuentes. Durante gran parte de mi vida, una de estas historias no dejó de intrigarme: el mito de Psique.

Érase una vez una linda princesa, admirada por todos, a la que nadie se atrevía a pedir en matrimonio. Desesperado, el Rey consultó al dios Apolo. Éste dijo que a Psique había que dejarla sola, vestida de luto, en lo alto de una montaña. Antes de que rayase el día, vendría una serpiente a su encuentro para desposarla. El Rey obedeció, y durante toda la noche la princesa esperó, aterrorizada y muerta de frío, la llegada de quien había de ser su marido.

Al final, se durmió. Al despertar, se encontraba en un hermoso palacio, convertida en reina. Todas las noches su marido venía su encuentro y hacían el amor, pero él le había impuesto una única condición: Psique podía tener cuanto quisiese, pero debía mostrar absoluta confianza y no intentar ver jamás su rostro.

La joven vivió mucho tiempo feliz. Tenía un hogar, cariño, alegría, y estaba enamorada apasionadamente del hombre que la visitaba todas las noches. Sin embargo, de vez en cuando tenía miedo de estar casada con una serpiente horrorosa. Una madrugada, cuando el marido aún dormía, con una antorcha iluminó la cama, y vio, tumbado a su lado, a Eros (o Cupido), un hombre de increíble belleza. La luz lo despertó, y él descubrió que la mujer que amaba no era capaz de cumplir su único deseo, y desapareció.

Siempre que leía este texto, me preguntaba: ¿acaso no podemos descubrir nunca la cara del amor?

Mucho tuvo que llover antes de que pudiera comprender que el amor es un acto de fe en otra persona, y su rostro debe seguir envuelto en misterio. Debe ser vivido y disfrutado en cada momento, pero en cuanto intentamos entenderlo, desaparece la magia.

Cuando al fin entendí esto, dejé que mi vida la guiara una lengua extraña, que denomino un lenguaje “de señales.” Sé que el mundo está hablando conmigo, que tengo que escucharlo, y que si lo hago, seré guiado hacia lo que existe de más intenso, más apasionado, y más bello. Claro que no es fácil, y a veces me siento como Psique en el peñasco, con frío y miedo. Pero si soy capaz de pasar así la noche y entregarme al misterio y a la fe en la vida, al final siempre acabo despertando en un palacio. Lo único que necesito es confiar en el Amor, aun a riesgo de errar.

Para concluir con el mito griego: desesperada por recuperar su amor, Psique se somete a una serie de trabajos que Afrodita (o Venus), madre de Cupido (o Eros), celosa de su belleza, le impone. Uno de esos trabajos es el de entregarle a ella un poco de su belleza. Psique siente curiosidad por la caja que contiene la belleza de la diosa y una vez más sucumbe ante el Misterio: abre la caja y en ella no encuentra nada de belleza, sino un infernal sueño que la deja inerte, sin movimiento.

Eros/Cupido también está apasionadamente enamorado, y se arrepiente de no haber sido más tolerante con su mujer. Consigue entrar en el castillo y despertarla de su profundo sueño con la punta de su flecha. En ese momento vuelve a hablarle: “casi mueres por culpa de tu curiosidad.” Y he aquí la gran contradicción. Psique, que en el conocimiento buscaba la seguridad, no encuentra en él sino la inseguridad.

Los dos se dirigen a Júpiter, el dios supremo, y le suplican que jamás se pueda deshacer su unión. Júpiter defendió con tanto empeño su causa, que consiguió el beneplácito de Venus. A partir de ese día, Psique (la esencia del ser humano) y Eros (el amor) están juntos para siempre. Quien no lo acepte y busque siempre una explicación para las mágicas y misteriosas relaciones humanas, se perderá lo mejor que la vida puede ofrecer.

Manual para subir montañas

Manual para subir montañas 1. Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “ésa es más bonita”, o “aquélla es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.

2. Sabe cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

3. Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.

4. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

5. El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

6. Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

7. Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo.” Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.

8. Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

9. Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

10. Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.
11. Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.

P. Coelho